Angeles y Bodisattvas como ayudantes de la humanidad 

Margarete van den Brink

Traducción de Karina Zegers de Beijl

Vivimos en un tiempo fascinante. Les puedo decir que estoy muy contenta de vivir en estos tiempos. Creo que muchos de Uds. estarán de acuerdo conmigo, y eso a pesar de que también son tiempos difíciles.

Por doquier miramos, vemos como la gente se está despertando interiormente, como empiezan a tener preguntas, tienen experiencias espirituales y comienzan a buscar respuestas.

Hace treinta, cuarenta años, eso no era así. Recuerdo muy bien como, si tenías algún interés espiritual y te ocupaban temas como la reencarnación, era preferible callarse, para evitar que te tacharan de raro o quizás no del todo en pleno uso de tus facultades mentales. Afortunadamente esto ha cambiado.

Todas estas experiencias y nuestra búsqueda hacia el sentido de la vida, nos enseñan algo esencial. Nos enseñan que el mundo espiritual se está abriendo y se está haciendo accesible. Esto está ocurriendo en ambos lados: desde el mundo espiritual hacia nosotros, los seres humanos, y al revés, desde nuestro interior hacia el mundo del espíritu.

Aparecen Ángeles: en sueños, en el entresueño o simplemente sin más, en el jardín, o cuando estás pasando por una situación difícil. Entonces puede ocurrir que de repente aparezca una figura a tu lado, que te da coraje y fuerza a través de su presencia.

Dos objetivos

En el largo tiempo ya que me ocupo de la espiritualidad, he llegado a entender que el mundo espiritual nos quiere enseñar dos cosas.

En primer lugar, los seres espirituales, los Ángeles, nos apoyan en nuestro camino personal y espiritual por la tierra. Esto quiere decir que nos desarrollamos personalmente y desarrollamos nuestro yo espiritual más profundamente, la imagen de Dios que llevamos dentro de nosotros. Haciendo esto, recobramos la conexión con el mundo espiritual, el mundo de Dios. Ahora desde nuestro interior.

El segundo objetivo a que aspiran los Ángeles, es que, nosotros los seres humanos, lleguemos a colaborar con el mundo espiritual. Ahora, que estamos despertando, quieren colaborar con nosotros para llegar a niveles más altos de la conciencia y de la existencia. Esto es porque los seres espirituales nos necesitan cada vez más para la realización de esta tarea.

Por eso a los Ángeles les importa mucho que entendamos cuál es su tarea en relación con la humanidad, la tierra y el cosmos. Cuanto más comprendamos quiénes son y qué es lo que hacen, más podrán contactar, guiarnos y colaborar con nosotros en la tierra.

Antes de que les cuente sobre los Bodhisattvas y su tarea como ayudantes de la humanidad, quiero decir algo sobre las jerarquías de los Ángeles y de la manera en que ellos están organizados.

Las Jerarquías Espirituales

Existen diferentes tipos de Ángeles. Según la tradición esotérica cristiana, hay nueve grupos distintos. El grupo más bajo es el grupo de los Ángeles. Por encima de los Ángeles se encuentran los Arcángeles y luego los Espíritus del Tiempo o los Arcaí.

Por encima de los Arcaí trabajan poderes espirituales más elevados que tienen que ver con grandes evoluciones cósmicas. Y finalmente, muy por encima de estos seres divinos espirituales, se encuentra la Trinidad Divina que está compuesta de Dios el Padre, Dios el Hijo y el Espíritu Santo. La Trinidad trabaja a través de todas las capas del mundo espiritual y de las jerarquías hacia la tierra, y nosotros los seres humanos.

Los Ángeles, los Arcángeles y los Arcai (o sea, los 3 grupos más bajos) están sobre todo relacionados con el desarrollo humano en la tierra. De ellos, los Ángeles tienen la función de mensajeros y guardianes de personas individuales, o sea, de los individuos. Cada uno de nosotros tiene su Ángel personal quien nos acompaña y lleva en nuestro camino vital. Desde que nacemos hasta que nos morimos. Y no solamente en esta vida, pero también en las vidas que hemos dejado atrás, y las que nos esperan.

Aparte de los Ángeles que están directamente en conexión con nosotros, hay Arcángeles. Su tarea no es tanto ocuparse de los individuos, pero más bien el acompañamiento de grupos en su desarrollo. En este sentido se puede pensar en pueblos, pero también en grupos que globalmente trabajan en salvar la tierra. Ellos también pueden ser acompañados por un Arcángel quien les inspira, les lleva y ayuda a encontrar soluciones. 1)

Bodhisattvas en el Budismo

¿Y los Bodhisattvas? Encontramos el nombre de Bodhisattvas tanto en la espiritualidad oriental – especialmente en el budismo - como en la tradición esotérica de mundo occidental, por ejemplo, en la teosofía y en la antroposofía.

Para el budismo, es de lo que quiero hablar primero, el Bodhisattva es un alto ser espiritual que está en camino hacia el ‘Buda', o sea, hacia la total iluminación.
En este camino hacia la iluminación el Bodhisattva (o la Bodhisattva, porque también hay Bodhisattvas femeninas) vuelve cada vez a la tierra, donde se conecta con un ser humano.

Un Bodhisattva, después de repetidas vidas en la tierra, llega al estado de Buda, esto quiere decir que ha llegado a la iluminación total. Esto es que él o ella ha llegado a su máximo desarrollo. Este ser ha llegado a un altísimo estado de conciencia espiritual con lo cual ya no necesita encarnar en la tierra, pero puede entrar en el Nirvana.

En el budismo Mahayana, se parte de la idea de que un Bodhisattva que vive en la tierra, en un cuerpo humano, ya ha llegado a tal desarrollo espiritual que, el o ella, no ha venido, en primer lugar, para si mismo, pero que está principalmente en la tierra para ayudar a otras personas en su camino hacia la liberación y la iluminación espiritual. El budismo Mahayana es una corriente significativa en el budismo, donde el elemento amoroso juega un papel importante.

Está claro que los Bodhisattvas, estos elevados seres espirituales de sabiduría y compasión, solamente pueden cumplir su tarea terrestre, si logran encontrar a un ser espiritualmente desarrollado, para que puedan obrar a través de él o ella. Porque solamente así obtienen el instrumento físico a su disposición que les hace falta para cumplir su tarea en la tierra.

Un ejemplo de Bodhisattva que trabaja a través de un ser humano es, para los Tibetanos, el Dalai Lama, el líder del budismo tibetano que vive en la India. Los Budistas le consideran como la encarnación del Bodhisattva Chenrezig, también llamado Avalokiteshvara, a quien se le llama el Bodhisattva de la Compasión.

Porque en él trabaja semejante elevado ser espiritual; los Tibetanos perciben al Dalai Lama como una deidad, y se le dirigen como a ‘Su Santidad.'

Este Bodhisattva Chenrezig o Avalokiteshvara, apareció anteriormente en China en una encarnación femenina, como la diosa Kuan Yin. En toda la China se pueden encontrar imágenes de ella; en la mayoría de los casos con un largo vestido blanco y un niño en los brazos. De Kuan Yin se cuenta que ella, como Bodisatthva, había llegado a tal desarrollo, que podía alcanzar el estado de Buda y entrar en el nirvana. Sin embargo, movida por la compasión y la solidaridad con los seres humanos que sufren en la tierra, a quienes quería seguir ayudando, no quiso aceptar esa posibilidad. La tradición cuenta que de esto decía:

“Llegué a la iluminación pero no pasé a la condición de la máxima felicidad eterna. Mi cuerpo humano me dio un entendimiento más profundo en el dolor sufrido por otros. Por mis sentimientos profundos, por mi comprensión de miseria y sufrimiento, por mi decisión, me llaman la Compasiva: Kuan Yin, aquella que oye el mundo que llora.”

Como ven, un elevado ser espiritual, un Bodhisattva, llega a la tierra, ve el sufrimiento de la gente y les ayuda a soportar ese dolor.

También aquí, en la tradición oriental, volvemos a encontrar esos dos objetivos que ya mencioné: por un lado el desarrollo espiritual personal, y por otro lado, en relación directa con esto, el deseo de ayudar a otras personas en su desarrollo.

Este último puede llegar a tal punto que, desde un amor profundo, el sufrimiento de otras personas importa más que la propia felicidad en el nirvana. Y de esta manera los Bodhisattvas nos presentan un ejemplo de aquello a que los individuos estamos aspirando.

El bodhisattva en el cristianismo esotérico

No sólo el budismo, pero también el cristianismo esotérico conoce, como ya he dicho, el ser bodhisattva. Esto fue algo que descubrí en mi propio camino espiritual. Anduve el camino que hoy día vemos en mucha gente. Empecé en el cristianismo tradicional de la iglesia, pero sentí que la verdad era mucho más magnífica, amplia y extensa de lo que se explica. Y empecé a buscar.

Inicialmente mi búsqueda me llevó a la teosofía y el budismo. Allí me quedé un tiempo aprendiendo y poco a poco comprendí algo más, pero fue al conocer a Rudolf Steiner y la manera en que expresa el cristianismo esotérico cuando sentí que había llegado a casa. Y para mi sorpresa allí encontré también a los Bodisattvas.

Eso era un motivo para investigar sobre la relación entre el budismo y el cristianismo esotérico, porque era muy evidente la relación entre ambos.

¿Cómo es el Bodhisattva en el cristianismo esotérico? También se le considera como un elevado ser espiritual, en este caso un ser espiritual que sale del rango de los Arcángeles. Posee sabiduría divina. En el cristianismo esotérico, un Bodisattva es un Arcángel con un rango y una misión especial.

Como ya dije, los Ángeles tienen una conexión con los seres humanos individuales, mientras que los Arcángeles tienen relación con grupos. Un Bodhisattva, sin embargo, es un Arcángel que se relaciona con un solo ser humano, con el objetivo de, a través de esa persona, enseñar y guiar desde su sabiduría elevada, a grupos más grandes, hasta la humanidad entera.

El Bodhisattva como maestro de la humanidad

Para comprender el papel del Bodhisattva como maestro de la humanidad, lo más fácil es observar el camino que nosotros, los seres humanos, andamos en la tierra.

Mirando la historia de la humanidad vemos como cada vez nacieron culturas nuevas que, cada una, tuvieron una época de máximo esplendor para luego apagarse. Así, en un lejano pasado, tuvimos la época Persa, la Egipcia, la Hebrea – o sea, la del judaísmo antiguo - la Griega, la Romana, etc.

Como seres humanos hemos vivido en cada una de esas épocas; hemos estado encarnados y cada vez aprendimos algo nuevo.

  • Así que, por ejemplo, en la época Persa, como labrar la tierra;
  • en la cultura Egipcia la relación entre tierra y cielo, y como observar esto en las constelaciones planetarias.
  • En la época Hebrea (la época del viejo testamento en la Biblia) recibimos las leyes divinas que nos decían como comportarnos.
  • En la época Griega se comenzaron a crear nuevas posibilidades en la tierra a través de las que podíamos crecer y desarrollar nuevas facultades.

Por la encarnación de cada ser en cada época, los seres humanos experimentamos y aprendimos cosas nuevas. De esta manera nuestra alma, y poco a poco también nuestra personalidad, tuvo la posibilidad de ir desarrollándose a través de cada situación y cultura, hasta la persona que hoy en día somos.

Esta continua renovación cultural y espiritual (porque también iban naciendo nuevas religiones como, p.e., el hinduismo, el judaísmo y el cristianismo que surgieron en el curso de los tiempos) fue guiada por elevados maestros de la humanidad. Seres humanos a través de quienes trabajaba un Bodhisattva, un elevado Arcángel.

  • Así conocemos de la historia, en la época Persa al gran líder Zaratustra, quien, hace miles de años, ya anunciaba la llegada a la tierra del gran Logos Solar.
  • En la época Egipcia, el gran Hermes.
  • En la época Hebrea, Moisés, quien recibió de Dios las tablas de la ley. Y, justamente antes del cristianismo, Jeshua Ben Pandira, el líder más importante de los Esenios.
  • En cada uno de ellos trabajaba un bodhisattva, un mensajero del mundo divino, quién, desde su elevada sabiduría, nos aportaba nuevas ideas y capacidades.

El Gautama Buda

Uno de estos Bodhisattvas, quien según el cristianismo esotérico, tenía una gran importancia para nuestro desarrollo humano es - y a lo mejor les sorprende escuchar esto en una conferencia sobre el cristianismo esotérico - el gran líder de la humanidad a quien conocemos como el Gautama Buda, también conocido como gran Buda Sakyamuni. O sea, el Buda en que se vinculan los Budistas de hoy día.

El cristianismo esotérico cuenta que este Buda tenía la tarea de, 500 años antes de que llegara a la tierra en Dios supremo el elevado Espíritu Supremo, a quien, en occidente llamamos Cristo, traer al mundo la enseñanza de compasión y de amor. ¿Por qué era necesario? ¿Por qué era tan importante?

Porque la enseñanza de amor y compasión nos daría la capacidad, a los seres humanos, de desarrollar tal sentimiento de veracidad y del bien que, siglos más tarde, seríamos capaces de acoger en nuestro corazón el influjo de la sabiduría divina y el amor que el Logos Solar, el Espíritu Solar, trajera a la tierra.

Miramos como – visto desde el cristianismo esotérico - fue traído por un Bodhisattva hacia los hombres, semejante ideal nuevo o una capacidad como amor y compasión.

La iniciación del Buda

Les daré unos esbozos de la vida del Buda para hacer visible esto. El Bodhisattva que más tarde llegó a ser este gran Buda, se unió, ya antes de nacer, con Siddharta, un príncipe en la India. Este Bodhisattva hizo pasar al príncipe por una serie de experiencias profundas que tenían que ver con dolor y sufrimiento.

Esto llevó al hecho de que Siddharta, cuando tenía 29 años, renunciara a todo lo que es profano, y empezara una vida como asceta errante. A los 35 años ocurrió algo que cambió su vida. Mientras estaba en una meditación muy profunda, el Bodhisattva intervino de tal manera en su corporalidad que llegó a encarnarse completamente en su cuerpo y alma. Esta intervención del Bodhisattva en Siddharta le hizo pasar por una profunda iniciación. Durante esta iniciación tanto el Bodhisattva como Siddharta llegaron a ser Buda, el Iluminado. Este suceso, esta iniciación, tuvo lugar cuando Siddharta tenía 35 años, es descrita como “el estar sentado debajo del árbol bodhi.” Durante esa encarnación recibieron, el Gautama Buda, como desde entonces se llamó Siddharta, un gran entendimiento de los misterios de la existencia humana. A consecuencia de esto se despertó en él la enseñanza de la compasión y del amor. Esto quiere decir que de repente vio lo que la humanidad necesitaba para seguir desarrollándose en la dirección correcta.

El Sendero Octuple

Profundamente motivado por el sufrimiento de la gente, elaboró esta enseñanza de compasión y amor, un camino de desarrollo, que se llama el Sendero Octuple.

Este sendero nos ayuda, de forma disciplinada, a limpiar nuestra alma, nuestro cuerpo astral, llegando a dominar el caos que vive en nuestro interior. Es muy importante, según Buda, siempre aspirar a tener la correcta opinión de las cosas.

Esto quiere decir, no juzgar sin más, pero intentar pensar primero y formarse una imagen correcta. Tan importante es, no hablar por hablar, sino elegir las palabras conscientemente basadas en la comprensión. Decir la palabra correcta. Esto llevará al actuar correcto, hacer las cosas de forma correcta, etc.

Con el Sendero Octuple la humanidad recibió una ética, un camino espiritual, que nos ayuda a desarrollar moralidad, basada en la propia conciencia. Esto quiere decir que uno mismo, desde su propio interior, puede encontrar la verdad y hacer lo correcto.

Un nuevo paso en el desarrollo

¿ Se dan cuenta de lo interesante que es esto? Este camino, que fue bajado a la tierra por Buda, nos ayudó, como humanidad, a dar otro paso en nuestro desarrollo. Antes de eso, el mundo espiritual buscaba nuestra obediencia a las leyes escritas. Leyes como los diez mandamientos que nos fueron dados por Moisés. Leyes, sin embargo, que estaban impuestas desde el exterior. Pero ahora, gracias a este don nuevo que nos aportó Buda, podíamos aprender, nosotros mismos, como encontrar lo verdadero y lo bueno, a condición de que nos desarrolláramos de forma consciente.

Rudolf Steiner explicaba, que esta enseñanza moral de compasión y amor, que nos fue dada como una nueva posibilidad de desarrollo, solamente nos pudo ser dada porque, por una sola vez, un Bodhisattva encarnó enteramente en un ser humano –en este caso en Siddharta - y se hizo Buda. Si no hubiera pasado esto, no hubiéramos recibido este regalo.

Resumiendo

Resumiendo todo lo que acabo de decir, podemos decir que tanto en Budismo como el cristianismo esotérico coinciden en el principio de que un Bodisattva es un ser de alta elevación, casi divino, que trabaja en la tierra, a través de un ser humano espiritualmente muy avanzado, para el progreso de la humanidad – piensa en Zarathustra y Moisés. Y también el Dalai Lama, que es otro ejemplo.

Este elevado ser espiritual es, en el cristianismo esotérico, un Arcángel. El budismo, que no conoce conceptos como Ángeles y Arcángeles, denomina a estos seres dioses o diosas. Pero en principio son lo mismo. Ambas corrientes nos cuentan que nosotros, los seres humanos, tanto en la vida individual o como humanidad, somos guiados por elevados seres espirituales.

La Logia Blanca

El cristianismo esotérico añade a todo esto un aspecto totalmente diferente y especial que el budismo no conoce. Les explico: todos los Bodhisattvas quienes como grandes maestros vienen a la tierra para enseñarnos y guiarnos, forman una comunidad espiritual llamada, en la tradición esotérica, la Logia Blanca. “Blanca”, por el motivo de que desde esta comunidad fluye lo verdadero y lo bueno en su forma más elevada.

¿Dónde se encuentra este Logia Blanca, esta comunidad espiritual? Imaginemos que tuviéramos la fuerza espiritual y la elevada conciencia como para subir hacia los regiones más altas del mundo espiritual – ¿qué es lo que veríamos allí? Lo que podríamos ver es un círculo formado por doce Bodhisattvas. Entre ellos se encuentran Zarathustra, Hermes, Moisés, Jeshua Ben Pandira, el Gautama Buda y otros.

Pero hay más. En el centro de estos doce miembros de la Logia Blanca, podríamos ver un decimotercer ser. Un ser del que emana sabiduría y amor. Sí, un ser que ES sabiduría y amor. O sea, un ser de diferente cualidad que los doce elevados Bodhisattvas alrededor de él. Podemos comparar este círculo de doce Bodhisattvas y el decimotercero en el centro con el sol que da su luz y calor a su entorno, hacia la tierra, dándonos luz, calor y vida. Si quitas el sol, todo desaparecería, porque la vida sería imposible.

La fuente primaria de la vida

De la misma manera, este decimotercero, en medio de los doce Bodhisattvas, es la fuente primaria desde donde sale toda la vida en la tierra y en el cosmos. Sabiduría y amor emanan de él como sustancia viva. Los Bodhisattvas viven en su gloria. Absorben su revelación y contemplan cuales podrían ser los siguientes pasos en el desarrollo humano.

Lo que acogen de la fuente primaria, lo transforman hacia sabiduría, conocimiento, impulsos nuevos e ideas, llevándolos de distintas maneras hacia la tierra y los hombres. O sea, el decimotercero es el gran inspirador y el líder más elevado de la Logia Blanca de los Bodhisattvas. Es desde su ser que los Bodhisattvas nos enseñan y nos guían a los hombres.

¿Quién es este decimotercero?

Este ser, es el mismo que Zarathustra en la Persia Antigua llamaba Ahura Mazdao, o gran Logos Solar, o elevado Espíritu Solar. Es el mismo Dios que en todas las culturas fue asociado con en Sol, que fue llamado “El Venidero”, él que cambiaría toda la vida en la tierra.

Este decimotercero, es el mismo ser divino que, hace 2000 años, bajó a la tierra en el viejo Israel, se hizo hombre en Jesús de Nazaret, pasó por la muerte y la resurrección y quien, de esta manera, se unió con todos los hombres en la tierra. Este decimotercero es él que en el cristianismo recibió el nombre de Cristo.

Desde su muerte en la cruz en Gólgotha y su triunfo sobre la muerte, se ha unido profundamente con nosotros y con nuestro desarrollo.

Su unión con nosotros tiene dos aspectos diferentes.

Por un lado es la fuerza divina que vive, desde el Gólgotha, en el interior de todos los hombres en la tierra. Por otro lado es, desde el punto de vista cósmico, el maestro espiritual más elevado, de todo lo que pasa y que se desarrolla en el cielo, en la tierra y en la humanidad. Esta dualidad se expresa en las palabras que Cristo dice en el evangelio de Mateo de la Biblia: “A mí me es dado todo el poder en el cielo y en la tierra.”

También en nuestro tiempo bajan, por encargo del decimotercero, desde la Logia Blanca Bodhisattvas a la tierra. En la tierra trabajan a través de los hombres, en la mayoría iniciados. A veces trabajan iniciado y Bodhisattva en público, muchas veces nadie sabe de ellos. Lo que hacen, es aportarnos nuevas ideas, nuevas capacidades, nuevos impulsos espirituales para poder desarrollarnos hacia niveles más elevados de conciencia y existencia.

Nuevos impulsos en la sociedad

En nuestros tiempos podemos reconocer el trabajo de los Bodhisattvas, en los nuevos impulsos que viven en la sociedad, como todo el proceso de individuación en el que actualmente nos encontramos, pero también en el despertar espiritual de la gente.

A si mismo encontramos su influencia en el hecho de que cada vez somos más conscientes del estado actual de la tierra, y en la realización que, como humanidad somos uno y estamos conectados en un nivel muy profundo. Y esto son solamente unos ejemplos.

También podemos reconocer el trabajo de los Bodhisattvas de la Logia Blanca por el actuar de personas especiales en el mundo. Pensemos en Obama, a través de quien claramente trabaja una fuerza elevada e inspirativa. Cuando pongamos atención, podremos descubrir, en una variedad de fenómenos, que hay fuerzas que nos guían y que nos ayudan en nuestro desarrollo.

Bodhisattvas del futuro: el Maitreya Buda

También en el futuro aparecerán maestros Bodhisattvas en la tierra, que nos enseñarán nuevas capacidades, y que cada vez nos revelarán más sobre el verdadero ser del elevado Logos Solar, Cristo. Uno de estos maestros será Maitreya quien, en 2500 años, será el Maitreya Buda en la tierra.

En el hinduismo, el budismo y el cristianismo esotérico vive ya desde miles de años la predicción de que el Maitreya, el sucesor del gran Buda, llegará a la tierra 5000 años después del Buda, para trabajar en una nueva forma. Esto será en 2500 años. Las tres corrientes espirituales tienen esta predicción en común.

El Maitreya Buda utilizará la palabra para predicar el elevado amor divino. El será la voz del amor divino mismo, el elevado Espíritu Solar Cristo. En él se reunirán de manera totalmente nueva el budismo y el cristianismo (esotérico).

¿Cómo podemos utilizar estas ideas?

Creo nos puede ayudar, la realización y la confianza que esto conlleva, que, como seres humanos, no estamos solos, pero somos acompañados por fuerzas muy elevadas y divinas; ellos nos guían en el camino que nos corresponde como humanidad. Un camino que es conocido, y que, en cuanto nuestra tarea en la tierra se haya cumplido, nos llevará de nuevo a una renovada unión con el mundo divino. Es a esto a lo que los miembros de la Logia Blanca dirigen todos esfuerzos.

Para terminar les quiero enseñar algo interesante. Esta misteriosa Logia Blanca que he mencionado, la podemos ver en las catedrales medievales. En esa época todavía existían maestros vidrieros, iniciados, “cuyos oídos escuchaban y cuyos ojos veían” aquello que forma la base de nuestro mundo.

En esta imagen del rosetón occidental de la catedral de Chartres, podemos ver el Logos Solar, Cristo, en el medio y, a su alrededor, en el círculo más pequeño, los doce Bodhisattvas. Desde allí la fuerza del decimotercero trabaja en los siguientes círculos de doce, y así, finalmente, hacia nosotros, los hombres.

Como seres humanos de esta época, tenemos que apropiarnos de nuevo de esta sabiduría y conocimiento, que nos muestra el rosetón, y llevarlo al mundo. Espero que con esta charla haya contribuido con una pequeña parte.

  1. Más información acerca de los grupos de Ángeles, se puede leer en el artículo sobre los Jerarquías Espirituales en Articulos relacionados.

El roseton occidental de la Catedral de Chartres

 

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